Iniciativas que cambian vidas…

En el deporte, ya sea recreativo o profesional, se suceden cada año, temporada y fin de semana episodios, noticias e imágenes de conflictos y trifulcas. Lamentablemente, no todas las personas conciben el deporte como lo que debería ser: una actividad recreativa para aprender, competir y convivir, que contribuye al crecimiento personal. En muchas ocasiones, son los propios familiares, amigos y seguidores de los deportistas los que protagonizan los altercados, elevando sus agresiones, insultos y reproches contra el equipo rival, el arbitraje o cualquier cosa que prive a su equipo de la victoria. Todo viene derivado de una concepción distorsionada y competitiva en el deporte y su repercusión en nuestras vidas.

En los últimos años, hemos sido testigos de episodios de discriminación de todo tipo, como el racismo, la homofobia, la bifobia, la transfobia y el sexismo en los distintos espacios deportivos. Estos episodios siguen siendo aprendidos y replicados por más personas, sin que se haga algo al respecto. Por eso, algunas instituciones han puesto especial énfasis en combatir la discriminación a través de distintas iniciativas que incluyen eventos deportivos, charlas, conferencias, talleres, capacitación, asesoramiento, etc. Algunas de estas iniciativas son La semana Contra la Homofobia Fare, El Premio Beyond Sports y otras que buscan fomentar a través del deporte valores y habilidades para la vida en distintas poblaciones, como niños, niñas y adolescentes. También se trabaja con personas adultas para sensibilizar sobre la homofobia y el trabajo con la comunidad LGBTTTI en un proceso de visibilización para la sensibilización social.

Es indispensable comenzar a promover modelos positivos de convivencia que permitan a las personas reconocer la diversidad, la inclusión y el respeto, ya que la discriminación no solo afecta a las personas de la comunidad LGBT sino a toda la sociedad. Estas iniciativas se preocupan por una población poco atendida como lo es la comunidad deportiva LGBTTTI y el reconocimiento de nuestros derechos humanos, como el derecho a la práctica deportiva, el derecho a la salud y el derecho a vivir una vida libre de violencia. Apostar por nuevas estrategias de trabajo que contribuyan al mejoramiento social abre un universo de posibilidades para lograr un cambio real.

Para promover los valores deportivos como el esfuerzo, la deportividad, el compromiso con el equipo y el respeto, es fundamental que desde las gradas se promueva el respeto al cuadro arbitral y a los dos equipos: el local y el rival. También es necesario apostar por la concordia entre clubes; competir no es confrontar. Es importante que los niños, niñas y adolescentes aprendan estos valores a través del deporte base.

En resumen, es necesario trabajar juntos para crear un ambiente de deportividad y respeto en el deporte. La discriminación no tiene lugar en ningún ámbito, y las iniciativas que promueven la inclusión y la diversidad en el deporte son esenciales para lograr un cambio real.