La inclusión de personas trans en el deporte es relevante en la actualidad. El término “transgénero” engloba a personas cuya identidad de género difiere de su asignación al nacer. Esto afecta su identidad y expresión de género, que pueden no coincidir con las características asociadas a su sexo asignado.
En el ámbito académico, científico y cultural, se está evolucionando la forma de hablar sobre las personas trans, a medida que aumenta la conciencia y el conocimiento sobre sus experiencias. El deporte también se ve afectado por estos cambios. Según la definición de DIDESEX, el deporte, como actividad física reglamentada, contribuye al desarrollo físico, psicológico y emocional de las personas.
Retos y oportunidades de la inclusión de personas trans en el deporte
A nivel internacional, diversas organizaciones reconocen el deporte y la educación física como derechos fundamentales. La UNESCO y la ONU resaltan el papel del deporte en la promoción de la tolerancia, el respeto, el empoderamiento de mujeres y jóvenes, la salud, la educación y la inclusión social. Además, el Banco Interamericano de Desarrollo destaca el deporte como una herramienta clave para el desarrollo en todo el mundo.
En México, la Constitución Política reconoce el derecho de todas las personas a la cultura física y al deporte, y establece que corresponde al Estado promover, fomentar y estimular este derecho.
Sin embargo, a pesar de estos reconocimientos legales y principios internacionales, las personas trans enfrentan obstáculos para participar en el deporte, especialmente en el ámbito femenino. Se argumenta que las mujeres trans tienen ventajas físicas sobre las mujeres cisgénero, lo cual ha llevado a negarles el acceso y la competencia en distintas disciplinas.
Estereotipos sociales
Estas limitaciones revelan la falta de educación y sensibilización sobre el tema, basándose en estereotipos sociales que enfatizan una supuesta superioridad masculina sobre las mujeres. No obstante, en el deporte se puede observar cómo, en competiciones y torneos, el más débil puede vencer al más fuerte. El deporte se basa en el desarrollo de habilidades y competencias específicas para cada disciplina, y existen reglamentos donde se consideran ventajas como la estatura, el peso o la fuerza.
Es importante destacar que el género no determina automáticamente las habilidades o el rendimiento deportivo de una persona. La práctica y las oportunidades de desarrollo son factores fundamentales. Por ejemplo, una niña que comienza a jugar fútbol desde temprana edad desarrollará mayores habilidades en el deporte que un niño de la misma edad que empezó a practicarlo más tarde. Esto no tiene relación directa con el género, sino con la experiencia y las oportunidades de cada individuo.
En cuanto a los hombres trans en el ámbito deportivo, su presencia es invisibilizada debido a prejuicios sociales y falta de reconocimiento de su identidad de género. Se les sigue viendo como mujeres, y sus capacidades son minimizadas y poco valoradas. Hasta el momento, el Comité Olímpico Internacional ha emitido directrices para atletas transgénero que hacen la transición de hombre a
En DIDESEX
Recomendamos dejar de lado el enfoque competitivo y centrarse en el deporte para el desarrollo personal. Es fundamental exigir que nuestros derechos deportivos sean garantizados, incluso para aquellos que no practican deporte. Además, se propone reconsiderar las categorías de género en el deporte, reconociendo las identidades sexuales y de género de las personas. También es importante que las autoridades deportivas trabajen en líneas específicas de inclusión y sensibilización, así como en la promoción de oportunidades equitativas para todas las personas, independientemente de su identidad de género.